domingo, 12 de mayo de 2013

MICROMACHISMOS: LA VIOLENCIA INVISIBLE EN LA PAREJA RESUMEN, GLOSARIO Y PREZI

MICROMACHISMOS: LA VIOLENCIA INVISIBLE EN LA PAREJA 

RESUMEN :

Introducimos en la civilización de estas practicas  supone tener en claro previamente que en las relaciones  de mujeres y varones  no se juegan solo diferencias sino sobre todo desigualdades , es  decir  situaciones  de poder  y estrategias  de su ejercicio . Por eso , antes  de abordar los mM y para entender mas su ejecución , voy a apuntar  algunas ideas  que hacen a la comprensión  del tema  del. poder entre los géneros y que están sustentadas en pensamientos  de foucault y los estudios  feministas aplicados a las familias  y las parejas . 

La desigual distribución  del ejercito  del poder  del dominio conduce a la a simetría  relacional .La  posición de género (femenino o masculino) es uno de los ejes  cruciales  por donde discurren estas desigualdad de poder y la familia/pareja , uno de los ámbitos  en que  se manifiestas .Esto es así  porque nuestra  cultural  patriarcal  ha legitimado la creencia de que el masculino es el único género con derecho  al poder  auto afirmativo :ser varón supone tener el derecho a pleno con todos  sus derechos ( ya  derecho a ejercerlos).La cultura androcéntrica  niega  ese derechos a las mujeres .Así  los varones  quedan ubicados como superiores ,y  por creerse superiores  , es que  sienten que tienen derecho a tomar decisiones  o expresar  exigencias  a las que las mujeres  deben  sentirse obligadas .Es decir , ejercer poder  de control y dominio sobre ellas quienes  quedan  en lugar subordinado. 

Este poder de dominio  masculino , arraigado  como idea  y como práctica ene nuestra cultura se mantiene y se perpetua , entre otras razones por:

_.La división sexual del trabajo , que aún adjudica a la mujer el espacio doméstico,
_Su naturalización y su inscripción axiomática en las mentes de mujeres y varones .
_La falta de recursos de las mujeres y la des legitimación social de su derecho a ejercer el poder auto-afirmativo.
_El uso por los varones  del poder  de macro-definición de la realidad y el poder  de micro-definición , que es la capacidad  de orientar el tipo y el contenido  de las interacciones cotidianas en términos  de los propios intereses, creencias y percepciones .Poder  llamado también de puntuación que se sostiene en la idea del varón como autoridad que define  que es lo correcto(Saltzman , 1989).
_La explotación de las  femeninas capacidades de cuidado y de ayudar  a crecer a seres humanos (el llamado "poder del amor" _ Jonnasdotir , 1993 ) en las que muestra cultura hace expertas a las mujeres.

Las ciudades de poder y legitimidad  suelen  ser invisibilizadas en las relaciones  de pareja , llevando a la creencia de que en ellas  se desarrollan  prácticas  recíprocamente igualitarias   y ocultando  la  mediatización social que adjudica a los varones , por el hecho de serlo , un plus  de poder  del que carecen  las mujeres.


Si bien no todas las personas se adscriben del mismo modo a su posición de género (hay mujeres y varones dominantes, sometidos o igualitarios), y aunque el discurso de la superioridad masculina esta en entredicho en casi todo Occidente, el poder del modelo tradicional de la "superioridad" masculina como configurador de hábitos y comportamientos masculinos sigue siendo enorme. Los mM son uno de esos comportamientos, quizás los más frecuentes con los que los varones expresan y defienden su supuesta superioridad y su derecho a ejercer dominio sobre las mujeres.


LOS MICROMACHISMOS

La dominación masculina como los comportamientos exagerados de dicha posición), alude en el lenguaje popular, a una connotación negativa de los comportamientos de inferiorización hacia la mujer, que era lo que quería destacar en el término.


Es decir, los mM son micro-abusos y micro-violencias que procuran que el varón mantenga su propia posición de género creando una red que sutilmente atrapa a la mujer, atentando contra su autonomía personal si ella no las descubre (a veces pueden pasar años sin que lo haga), y sabe  contra maniobrar eficazmente. Están la base y son el caldo de cultivo de las demás formas de la violencia de género (maltrato psicológico, emocional, físico, sexual y económico) y son las "armas" masculinas más utilizadas con las que se intenta imponer sin consensuar el propio punto de vista o razón.
Los varones son expertos en estas maniobras por efecto de su socialización de género que les inocula la creencia en la superioridad y disponibilidad sobre la mujer .Dos mecanismos psicológicos favorecen el sostenimiento de estas prácticas como de otras que conducen al racismo, la xenofobia o la homofóbia:
Puntualmente, los mM pueden no parecer muy dañinos, incluso pueden resultar normales o intrascendentes en las interacciones, pero su poder, devastador a veces, se ejerce por la reiteración a través del tiempo, y puede detectarse por la acumulación de poderes de los varones de la familia a lo largo de los años. Un poder importante en este sentido es el de crearse y disponer de tiempo libre a costa de la sobreutilización del tiempo de la mujer.


MICROMACHISMOS COERCITIVOS


En estos mM, el varón usa la fuerza (moral, psíquica, económica o de la propia personalidad), para intentar doblegar a la mujer, limitar su libertad y expoliar el pensamiento, el tiempo o el espacio, y restringir su capacidad de decisión. La hacen sentir sin la razón de su parte y ejercen su acción porque provocan un acrecentado sentimiento de derrota cuando comprueba la pérdida, ineficacia o falta de fuerza y capacidad para defender las propias decisiones o razones. Todo ello suele promover inhibición, desconfianza en si misma y disminución de la autoestima, lo que genera más des balance de poder.
INTIMIDACIÓN :
Este es un mM que está en el límite entre la violencia psicológica y los mM propiamente dichos. Maniobra atemorizante que se ejerce cuando el varón ya tiene fama (real o fantaseada) de abusivo o agresivo. Da indicios de que si no se le obedece, 'algo" podrá pasar. Implica un arte en el que la mirada, el tono de voz, la postura y cualquier otro indicador verbal o gestual pueden servir para atemorizar.
CONTROL DE DINERO :
Gran cantidad de maniobras son utilizadas por el varón para monopolizar el uso o las decisiones sobre el dinero, limitándole su acceso a la mujer.
Se incluye también en este apartado la negación del valor económico que supone el trabajo doméstico y la crianza y el cuidado de los niños.
NO PARTICIPACIÓN  EN LO DOMESTICO :
Basada en la creencia que lo doméstico es femenino y lo público masculino, por esta grupo de maniobra se impone a la mujer hacerse cargo del cuidado de algo común: el hogar y las personas que en ella habitan. 
Uso expansivo-abusivo del espacio físico y del tiempo para sí :


Así, en cuanto al espacio en el ámbito hogareño, el varón invade con su ropa toda la casa, utiliza para su siesta el sillón del salón impidiendo el uso de ese espacio común, monopoliza el televisor u ocupa con las piernas todo el espacio inferior de la mesa cuando se sientan alrededor de ella, entre otras maniobras (Guillaumin, 1992). Y en cuanto al tiempo: el varón crea tiempo de descanso o diversión a costa de la sobrecarga laboral de la mujer .

Insistencia abusiva :
Conocido popularmente como "ganar por cansancio", este mM consiste en obtener lo que se quiere por insistencia inagotable, con agotamiento de la mujer que se cansa de mantener su propia opinión, y al final acepta lo impuesto a cambio de un poco de paz .
Imposición de intimidad :
Este mM consiste en una acción unidireccional de acercamiento cuando el varón desea, es una práctica coactiva en cuanto el varón no se molesta en negociar movimientos hacia la intimidad. Muy típico ejemplo de esto es la seducción forzada cuando él quiere sexo.
Apelación a la "superioridad" de la "lógica" varonil :
En este grupo se recurre a la "razón" (varonil) para imponer ideas, conductas o elecciones desfavorables a la mujer. Utilizada por varones que suponen que tienen la 'única" razón o que la suya es la mejor.


Toma o abandono repentinos del mando de la situación

Estas son maniobras o menos sorpresivas de decidir sin consultar, anular o no tener en cuenta las decisiones de la mujer, basados en la creencia del varón de que él es el único que tiene poder de decisión.



MICROMACHISMOS ENCUBIERTOS

Estos mM son los que atentan de modo más eficaz contra la simetría relacional y la autonomía femenina, por su índole insidiosa y sutil que los torna especialmente invisibles en cuanto a su intencionalmente  En ellos, el varón oculta (y a veces se oculta) su objetivo de dominio y forzamiento de disponibilidad de la mujer. En algunas de estas maniobras esos objetivos son tan encubiertos y su ejercicio es tan sutil que pasan especialmente desapercibidas, razón por la que son muy efectivas. Utilizan, no la fuerza como los mM coercitivos, sino el afecto y la inducción de actitudes para disminuir el pensamiento y la acción eficaz de la mujer, llevándola a hacer lo que no quiere y conduciéndola en la dirección elegida por el varón. Aprovechan su confiabilidad  afectiva y provocan en ella sentimientos de desvalimiento o impotencia, acompañadas de confusión, zozobra, culpa, dudas de si, (al no haber coerción evidente) que favorecen el descenso de la autoestima y la auto-credibilidad.



Abuso de la capacidad femenina de cuidado :
Por ellos el varón utiliza y explota la capacidad de las mujeres de cuidado hacia otras personas. Esta capacidad está muy desarrollada en ellas por efectos de su socialización que las impele a "ser para otros". Alentadas por la cultura patriarcal, estas maniobras fuerzan disponibilidad incondicional a través de la imposición de diferentes roles de servicio: madre, esposa, asistenta, secretaria, gestora, etc. Las obligan a un sobreesfuezo físico y emocional que les resta autonomía vital.
_Maternalización de la mujer. La inducción a que la mujer sea como una madre tradicional: cuidadosa y comprensiva, es una práctica que impregna el comportamiento masculino.
_Delegación del trabajo de cuidado de los vínculos y las personas. Maniobras basadas en la creencia que lo doméstico y el cultivo de la conexión son patrimonio de la mujer.
_Requerimientos abusivos solapados: son pedidos sin pedir explícita mente  "mudos", que apelan a activar automáticamente los aspectos "cuidadores" del rol femenino tradicional y hacer que la mujer cumpla ese pedido sin percatarse que lo está haciendo por coacción.
Creación de falta de intimidad :
Intentan controlar las reglas del diálogo a través de la distancia y están sostenidas en la creencia varonil de su derecho a apartarse sin negociar y a disponer de sí sin limitaciones (sin permitir ese derecho a la mujer).
Silencio:
Permanecer en silencio no es sólo no poder hablar, sino no sentirse obligado a hablar ni a dar explicaciones (recurso que solo pueden permitirse quienes tienen poder) y por tanto imponer el no diálogo y el enmascaramiento .
Aislamiento y puesta de límites: 
El aislamiento puede ser físico, encerrándose en algún espacio de la casa o en alguna actividad, o mental, encerrándose en sus pensamientos. Si este falla, la puesta de límites a veces con enojo ante cualquier pedido de información o de conexión puede ser útil .
Avaricia de reconocimiento y disponibilidad.
 Estas son maniobras múltiples de retaceo de reconocimiento hacia la mujer como persona y de sus necesidades, valores, aportes y derechos.
       Inclusión invasiva de terceros: (amigos, reuniones y actividades) Con esta maniobra se limita al mínimo o se hace dejar de existir los espacios de intimidad. A veces está acompañada de la acusación a la mujer de ser "poco sociable".
Seudointimidad:
En este grupo de mM el varón dialoga, pero manipulando el diálogo, de modo de favorecer el control y el oculta miento  dejando a la mujer con menos poder al retacearle sinceridad .

_Comunicación defensiva-ofensiva. El objetivo de la comunicación no es aquí la apertura sino que se habla para imponer y convencer. 
_Engaños y mentiras. Aquí el varón oculta u omite información para desfigurar la realidad y seguir aprovechando ventajas que si fuera sincero perdería. Oculta lo que no conviene que la mujer sepa, para no ser perjudicado en lo que no quiere perder, fundamentalmente poder de decisión.
Desautorización :
Presuponen el derecho a menospreciar. Conducen a inferiorizar a la mujer a través de un sinnúmero de desvalorizaciones, que en general son consonantes con las desvalorizaciones que la cultura patriarcal realiza, y que hacen mella en la autoestima femenina.

Paternalismo:
En este tipo de maniobra se enmascara la posesividad y a veces el autoritarismo del varón, haciendo "por" y no "con" la mujer e intentando aniñarla. Se detecta sobre todo cuando ella se opone al aniñamiento, y él no puede tolerar que ella sea autónoma y no controlarla.

Manipulación emocional :
Tenemos aquí a un grupo de mM donde el varón utiliza el afecto no para el intercambio emocional sino como instrumento para lograr el control de la relación. 

Auto-indulgencia y auto _justificación:
En estas maniobras el varón se autojustifica o es muy indulgente consigo mismo frente a la no realización de tareas o actividades que hacen al cultivo de un vínculo igualitario.

MICROMACHISMOS DE CRISIS


Generalmente estos cambios se acompañan de reclamos por parte de la mujer de mayor igualdad en la relación. Suelen ser útiles no sólo para impedir que la mujer sea más autónoma o para no sentirse dependiente de ella, sino también para impedir los reclamos de ella respecto a la necesidad que él  también cambie modificando sus hábitos de superioridad.


Hipercontrol
Este mM consiste en aumentar el control sobre las actividades, tiempos o espacios de la mujer, frente al temor que el aumento real o relativo de poder de ella pueda dejarlo a él en un segundo lugar e interiorizado.
Seudoapoyo
Apoyos que se enuncian sin ir acompañados de acciones cooperativas, realizados con mujeres que acrecientan su ingreso al espacio publico.
Resistencia pasiva y distanciamiento
Este mM consiste en utilizar diversas formas de oposición pasiva y abandono: falta de apoyo o colaboración, des conexión, conducta al acecho (no toma la iniciativa, espera y luego critica.
Rehuir la crítica y la negociación
Con este mM se intenta acallar los reclamos de la mujer respecto a las actitudes dominantes del varón y evitar el cambio sosteniendo que él no lo deseó.
Promesas y hacer méritos
Maniobras en las que frente a reclamos de la mujer el varón realiza modificaciones puntuales que implican ceder posiciones provisoria mente por conveniencia, sin cuestionarse la creencia errónea de la "naturalidad" de la tenencia de dicha posición.
Victimismo
Por este mM el varón se declara víctima inocente de los cambios y "locuras" de la mujer., con culpabilización acompañante para intentar doblegarla .
Darse tiempo
Este mM consiste en postergar y alargar el tiempo de decidirse a darle importancia a los cambios y reclamos femeninos o a cambiar, hasta que haya algo que obligue (en general un ultimátum de separación).
Dar lástima
Cuando el varón realiza este mM procura que se apenen de él para lograr que la mujer ceda. Para ello, puede, desde buscar aliados que comprueben lo "bueno" que él es (y lo "mala" que es ella).

EFECTOS DE LOS MICROMACHISMOS
W. Shakespeare ilustra, espléndidamente, las estrategias de utilización de muchas de estas maniobras en función de dominar a la mujer, restringiendo con hábiles artes su autonomía, en su obra "La fierecilla domada". Su lectura alumbra con gran nitidez el efecto devastador de estas estrategias de dominio.



 CONSIDERACIONES FINALES

Quizás esta larga enumeración de maniobras y sus efectos haya sido fatigosa y haya provocado alivios y rechazos. Como en todo tema que se desvela, suele ser mas frecuente que sientan alivio aquellos a quienes la invisibilización los desfavorecía, y rechazo quienes se sentían favorecidos por dicha invisibilización. Sin embargo, para todas las personas, tolerar la visibilización de la microviolencia cotidiana no es tarea fácil. Muchas mujeres se alegrarán de entender mejor las maniobras en que se ven involucradas, pero soportarán menos el reconocimiento de su propia subordinación (Dio Bleichmar, 1992) por lo que muchas veces tenderán a seguir responsabilizándose de lo que es sólo responsabilidad masculina, ya que al menos eso mantiene la creencia de tener algún poder sobre la relación. Pocos varones, pese a reconocerse en este listado, estarán dispuestos a aceptar, a pesar de sus cambios, lo que en ellos aun permanece de la atávica dominancia masculina (Britana, 1989). Pero la transformación se basa en esos dolorosos reconocimientos y aceptaciones .

ANEXO PARA PSICOTERAPEUTAS

Estoy cada vez más convencido de que el abordaje de la violencia masculina no puede centrarse sólo en sus formas extremas, sino que debe incluir los mM que, como he intentado mostrar, son formas de violencia y abuso cotidianos. Ellos generan alto monto de sufrimiento, relaciones defensivo-agresivas y disbalances de poder, que se oponen a la plena potenciación de las personas. A diferencia de las grandes situaciones de violencia, que requieren un contexto terapéutico mas o menos especial, en todo espacio psicoterapéutico pueden detectarse y pensar caminos para develar, desactivar y transformar los mM.











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