MICROMACHISMOS: LA VIOLENCIA INVISIBLE EN LA PAREJA
RESUMEN :
Introducimos en la civilización de estas practicas supone tener en claro previamente que en las relaciones de mujeres y varones no se juegan solo diferencias sino sobre todo desigualdades , es decir situaciones de poder y estrategias de su ejercicio . Por eso , antes de abordar los mM y para entender mas su ejecución , voy a apuntar algunas ideas que hacen a la comprensión del tema del. poder entre los géneros y que están sustentadas en pensamientos de foucault y los estudios feministas aplicados a las familias y las parejas .
La desigual distribución del ejercito del poder del dominio conduce a la a simetría relacional .La posición de género (femenino o masculino) es uno de los ejes cruciales por donde discurren estas desigualdad de poder y la familia/pareja , uno de los ámbitos en que se manifiestas .Esto es así porque nuestra cultural patriarcal ha legitimado la creencia de que el masculino es el único género con derecho al poder auto afirmativo :ser varón supone tener el derecho a pleno con todos sus derechos ( ya derecho a ejercerlos).La cultura androcéntrica niega ese derechos a las mujeres .Así los varones quedan ubicados como superiores ,y por creerse superiores , es que sienten que tienen derecho a tomar decisiones o expresar exigencias a las que las mujeres deben sentirse obligadas .Es decir , ejercer poder de control y dominio sobre ellas quienes quedan en lugar subordinado.
Este poder de dominio masculino , arraigado como idea y como práctica ene nuestra cultura se mantiene y se perpetua , entre otras razones por:
_.La división sexual del trabajo , que aún adjudica a la mujer el espacio doméstico,
_Su naturalización y su inscripción axiomática en las mentes de mujeres y varones .
_La falta de recursos de las mujeres y la des legitimación social de su derecho a ejercer el poder auto-afirmativo.
_El uso por los varones del poder de macro-definición de la realidad y el poder de micro-definición , que es la capacidad de orientar el tipo y el contenido de las interacciones cotidianas en términos de los propios intereses, creencias y percepciones .Poder llamado también de puntuación que se sostiene en la idea del varón como autoridad que define que es lo correcto(Saltzman , 1989).
_La explotación de las femeninas capacidades de cuidado y de ayudar a crecer a seres humanos (el llamado "poder del amor" _ Jonnasdotir , 1993 ) en las que muestra cultura hace expertas a las mujeres.
Las ciudades de poder y legitimidad suelen ser invisibilizadas en las relaciones de pareja , llevando a la creencia de que en ellas se desarrollan prácticas recíprocamente igualitarias y ocultando la mediatización social que adjudica a los varones , por el hecho de serlo , un plus de poder del que carecen las mujeres.
Si
bien no todas las personas se adscriben del mismo modo a su posición de género
(hay mujeres y varones dominantes, sometidos o igualitarios), y aunque el
discurso de la superioridad masculina esta en entredicho en casi todo
Occidente, el poder del modelo tradicional de la "superioridad"
masculina como configurador de hábitos y comportamientos masculinos sigue
siendo enorme. Los mM son uno de esos comportamientos, quizás los más
frecuentes con los que los varones expresan y defienden su supuesta
superioridad y su derecho a ejercer dominio sobre las mujeres.
LOS
MICROMACHISMOS
La
dominación masculina como los comportamientos exagerados de dicha posición),
alude en el lenguaje popular, a una connotación negativa de los comportamientos
de inferiorización hacia la mujer, que era lo que quería destacar en el
término.
Es decir, los mM son micro-abusos y micro-violencias que procuran que el varón mantenga su propia
posición de género creando una red que sutilmente atrapa a la mujer, atentando
contra su autonomía personal si ella no las descubre (a veces pueden pasar años
sin que lo haga), y sabe contra maniobrar eficazmente. Están la base y son el caldo de cultivo de las demás formas de la
violencia de género (maltrato psicológico, emocional, físico, sexual y
económico) y son las "armas" masculinas más utilizadas con las que se
intenta imponer sin consensuar el propio punto de vista o razón.
Los varones son
expertos en estas maniobras por efecto de su socialización de género que les
inocula la creencia en la superioridad y disponibilidad sobre la mujer .Dos mecanismos
psicológicos favorecen el sostenimiento de estas prácticas como de otras que
conducen al racismo, la xenofobia o la homofóbia:
Puntualmente, los mM
pueden no parecer muy dañinos, incluso pueden resultar normales o
intrascendentes en las interacciones, pero su poder, devastador a veces, se
ejerce por la reiteración a través del tiempo, y puede detectarse por la
acumulación de poderes de los varones de la familia a lo largo de los años. Un
poder importante en este sentido es el de crearse y disponer de tiempo libre a
costa de la sobreutilización del tiempo de la mujer.
MICROMACHISMOS
COERCITIVOS
En
estos mM, el varón usa la fuerza (moral, psíquica, económica o de la propia
personalidad), para intentar doblegar a la mujer, limitar su libertad y
expoliar el pensamiento, el tiempo o el espacio, y restringir su capacidad de
decisión. La hacen sentir sin la razón de su parte y ejercen su acción porque
provocan un acrecentado sentimiento de derrota cuando comprueba la pérdida,
ineficacia o falta de fuerza y capacidad para defender las propias decisiones o
razones. Todo ello suele promover inhibición, desconfianza en si misma y
disminución de la autoestima, lo que genera más des balance de poder.
INTIMIDACIÓN :
Este es un mM que está
en el límite entre la violencia psicológica y los mM propiamente dichos.
Maniobra atemorizante que se ejerce cuando el varón ya tiene fama (real o
fantaseada) de abusivo o agresivo. Da indicios de que si no se le obedece,
'algo" podrá pasar. Implica un arte en el que la mirada, el tono de voz,
la postura y cualquier otro indicador verbal o gestual pueden servir para
atemorizar.
CONTROL DE DINERO :
Gran cantidad de
maniobras son utilizadas por el varón para monopolizar el uso o las decisiones
sobre el dinero, limitándole su acceso a la mujer.
Se incluye también en
este apartado la negación del valor económico que supone el trabajo doméstico y
la crianza y el cuidado de los niños.
NO PARTICIPACIÓN EN LO DOMESTICO :
Basada en la creencia
que lo doméstico es femenino y lo público masculino, por esta grupo de maniobra
se impone a la mujer hacerse cargo del cuidado de algo común: el hogar y las
personas que en ella habitan.
Uso
expansivo-abusivo del espacio físico y del tiempo para sí :
Así, en cuanto al
espacio en el ámbito hogareño, el varón invade con su ropa toda la casa,
utiliza para su siesta el sillón del salón impidiendo el uso de ese espacio
común, monopoliza el televisor u ocupa con las piernas todo el espacio inferior
de la mesa cuando se sientan alrededor de ella, entre otras maniobras
(Guillaumin, 1992). Y en cuanto al tiempo: el varón crea tiempo de descanso o
diversión a costa de la sobrecarga laboral de la mujer .
Insistencia
abusiva :
Conocido popularmente
como "ganar por cansancio", este mM consiste en obtener lo que se
quiere por insistencia inagotable, con agotamiento de la mujer que se cansa de
mantener su propia opinión, y al final acepta lo impuesto a cambio de un poco
de paz .
Imposición
de intimidad :
Este mM consiste en una acción unidireccional de
acercamiento cuando el varón desea, es una práctica coactiva en cuanto el varón
no se molesta en negociar movimientos hacia la intimidad. Muy típico ejemplo de
esto es la seducción forzada cuando él quiere sexo.
Apelación
a la "superioridad" de la "lógica" varonil :
En este grupo se
recurre a la "razón" (varonil) para imponer ideas, conductas o
elecciones desfavorables a la mujer. Utilizada por varones que suponen que
tienen la 'única" razón o que la suya es la mejor.
Toma
o abandono repentinos del mando de la situación
Estas son maniobras o menos sorpresivas de decidir
sin consultar, anular o no tener en cuenta las decisiones de la mujer, basados
en la creencia del varón de que él es el único que tiene poder de decisión.
MICROMACHISMOS
ENCUBIERTOS
Estos mM son los que atentan de modo más eficaz
contra la simetría relacional y la autonomía femenina, por su índole insidiosa
y sutil que los torna especialmente invisibles en cuanto a su intencionalmente
En ellos, el varón oculta (y a veces se oculta) su objetivo de dominio y
forzamiento de disponibilidad de la mujer. En algunas de estas maniobras esos
objetivos son tan encubiertos y su ejercicio es tan sutil que pasan
especialmente desapercibidas, razón por la que son muy efectivas. Utilizan, no
la fuerza como los mM coercitivos, sino el afecto y la inducción de actitudes
para disminuir el pensamiento y la acción eficaz de la mujer, llevándola a
hacer lo que no quiere y conduciéndola en la dirección elegida por el varón.
Aprovechan su confiabilidad afectiva y provocan en
ella sentimientos de desvalimiento o impotencia, acompañadas de confusión,
zozobra, culpa, dudas de si, (al no haber coerción evidente) que favorecen el
descenso de la autoestima y la auto-credibilidad.
Abuso
de la capacidad femenina de cuidado :
Por ellos el varón
utiliza y explota la capacidad de las mujeres de cuidado hacia otras personas.
Esta capacidad está muy desarrollada en ellas por efectos de su socialización que
las impele a "ser para otros". Alentadas por la cultura patriarcal,
estas maniobras fuerzan disponibilidad incondicional a través de la imposición
de diferentes roles de servicio: madre, esposa, asistenta, secretaria, gestora,
etc. Las obligan a un sobreesfuezo físico y emocional que les resta autonomía
vital.
_Maternalización de la
mujer. La inducción a que la mujer sea como una madre tradicional: cuidadosa y
comprensiva, es una práctica que impregna el comportamiento masculino.
_Delegación del trabajo
de cuidado de los vínculos y las personas. Maniobras basadas en la creencia que
lo doméstico y el cultivo de la conexión son patrimonio de la mujer.
_Requerimientos
abusivos solapados: son pedidos sin pedir explícita mente "mudos",
que apelan a activar automáticamente los aspectos "cuidadores" del
rol femenino tradicional y hacer que la mujer cumpla ese pedido sin percatarse
que lo está haciendo por coacción.
Creación
de falta de intimidad :
Intentan controlar las
reglas del diálogo a través de la distancia y están sostenidas en la creencia
varonil de su derecho a apartarse sin negociar y a disponer de sí sin
limitaciones (sin permitir ese derecho a la mujer).
Silencio:
Permanecer en silencio
no es sólo no poder hablar, sino no sentirse obligado a hablar ni a dar
explicaciones (recurso que solo pueden permitirse quienes tienen poder) y por
tanto imponer el no diálogo y el enmascaramiento .
Aislamiento y puesta
de límites:
El aislamiento puede
ser físico, encerrándose en algún espacio de la casa o en alguna actividad, o
mental, encerrándose en sus pensamientos. Si este falla, la puesta de límites a
veces con enojo ante cualquier pedido de información o de conexión puede ser
útil .
Avaricia de
reconocimiento y disponibilidad.
Estas son maniobras múltiples de retaceo de
reconocimiento hacia la mujer como persona y de sus necesidades, valores,
aportes y derechos.
Inclusión invasiva de terceros: (amigos,
reuniones y actividades) Con esta maniobra se limita al mínimo o se hace dejar
de existir los espacios de intimidad. A veces está acompañada de la acusación a
la mujer de ser "poco sociable".
Seudointimidad:
En este grupo de mM el varón dialoga, pero
manipulando el diálogo, de modo de favorecer el control y el oculta miento
dejando a la mujer con menos poder al retacearle sinceridad .
_Comunicación
defensiva-ofensiva. El objetivo de la comunicación no es aquí la apertura sino
que se habla para imponer y convencer.
_Engaños y mentiras.
Aquí el varón oculta u omite información para desfigurar la realidad y seguir
aprovechando ventajas que si fuera sincero perdería. Oculta lo que no conviene
que la mujer sepa, para no
ser perjudicado en lo que no quiere perder, fundamentalmente poder de decisión.
Desautorización :
Presuponen el derecho
a menospreciar. Conducen a inferiorizar a la mujer a través de un sinnúmero de
desvalorizaciones, que en general son consonantes con las desvalorizaciones que
la cultura patriarcal realiza, y que hacen mella en la autoestima femenina.
Paternalismo:
En
este tipo de maniobra se enmascara la posesividad y a veces el autoritarismo
del varón, haciendo "por" y no "con" la mujer e intentando
aniñarla. Se detecta sobre todo cuando ella se opone al aniñamiento, y él no
puede tolerar que ella sea autónoma y no controlarla.
Manipulación
emocional :
Tenemos aquí a un grupo de mM donde el varón
utiliza el afecto no para el intercambio emocional sino como instrumento para
lograr el control de la relación.
Auto-indulgencia y auto _justificación:
En estas maniobras el varón se autojustifica o es muy indulgente consigo mismo frente a la no realización de tareas o actividades que hacen al cultivo de un vínculo igualitario.
En estas maniobras el varón se autojustifica o es muy indulgente consigo mismo frente a la no realización de tareas o actividades que hacen al cultivo de un vínculo igualitario.
MICROMACHISMOS
DE CRISIS
Generalmente estos
cambios se acompañan de reclamos por parte de la mujer de mayor igualdad en la
relación. Suelen ser útiles no sólo para impedir que la mujer sea más autónoma
o para no sentirse dependiente de ella, sino también para impedir los reclamos
de ella respecto a la necesidad que él también cambie
modificando sus hábitos de superioridad.
Hipercontrol
Este
mM consiste en aumentar el control sobre las actividades, tiempos o espacios de
la mujer, frente al temor que el aumento real o relativo de poder de ella pueda
dejarlo a él en un segundo lugar e interiorizado.
Seudoapoyo
Apoyos que se enuncian sin ir acompañados de
acciones cooperativas, realizados con mujeres que acrecientan su ingreso al
espacio publico.
Resistencia
pasiva y distanciamiento
Este mM consiste en utilizar diversas formas de
oposición pasiva y abandono: falta de apoyo o colaboración, des conexión,
conducta al acecho (no toma la iniciativa, espera y luego critica.
Rehuir
la crítica y la negociación
Con este mM se intenta acallar los reclamos de la
mujer respecto a las actitudes dominantes del varón y evitar el cambio
sosteniendo que él no lo deseó.
Promesas
y hacer méritos
Maniobras en las que frente a reclamos de la mujer
el varón realiza modificaciones puntuales que implican ceder posiciones provisoria mente por conveniencia, sin cuestionarse la creencia errónea de la
"naturalidad" de la tenencia de dicha posición.
Victimismo
Por este mM el varón se declara víctima inocente de
los cambios y "locuras" de la mujer., con culpabilización acompañante
para intentar doblegarla .
Darse
tiempo
Este mM consiste en postergar y alargar el tiempo
de decidirse a darle importancia a los cambios y reclamos femeninos o a
cambiar, hasta que haya algo que obligue (en general un ultimátum de
separación).
Dar
lástima
Cuando el varón realiza este mM procura que se
apenen de él para lograr que la mujer ceda. Para ello, puede, desde buscar
aliados que comprueben lo "bueno" que él es (y lo "mala"
que es ella).
EFECTOS
DE LOS MICROMACHISMOS
W.
Shakespeare ilustra, espléndidamente, las estrategias de utilización de muchas
de estas maniobras en función de dominar a la mujer, restringiendo con hábiles
artes su autonomía, en su obra "La fierecilla domada". Su lectura
alumbra con gran nitidez el efecto devastador de estas estrategias de dominio.
CONSIDERACIONES
FINALES
Quizás
esta larga enumeración de maniobras y sus efectos haya sido fatigosa y haya
provocado alivios y rechazos. Como en todo tema que se desvela, suele ser mas
frecuente que sientan alivio aquellos a quienes la invisibilización los
desfavorecía, y rechazo quienes se sentían favorecidos por dicha
invisibilización. Sin embargo, para todas las personas, tolerar la
visibilización de la microviolencia cotidiana no es tarea fácil. Muchas mujeres
se alegrarán de entender mejor las maniobras en que se ven involucradas, pero
soportarán menos el reconocimiento de su propia subordinación (Dio Bleichmar,
1992) por lo que muchas veces tenderán a seguir responsabilizándose de lo que
es sólo responsabilidad masculina, ya que al menos eso mantiene la creencia de
tener algún poder sobre la relación. Pocos varones, pese a reconocerse en este
listado, estarán dispuestos a aceptar, a pesar de sus cambios, lo que en ellos
aun permanece de la atávica dominancia masculina (Britana, 1989). Pero la
transformación se basa en esos dolorosos reconocimientos y aceptaciones .
ANEXO
PARA PSICOTERAPEUTAS
Estoy
cada vez más convencido de que el abordaje de la violencia masculina no puede
centrarse sólo en sus formas extremas, sino que debe incluir los mM que, como
he intentado mostrar, son formas de violencia y abuso cotidianos. Ellos generan
alto monto de sufrimiento, relaciones defensivo-agresivas y disbalances de
poder, que se oponen a la plena potenciación de las personas. A diferencia de
las grandes situaciones de violencia, que requieren un contexto terapéutico mas
o menos especial, en todo espacio psicoterapéutico pueden detectarse y pensar
caminos para develar, desactivar y transformar los mM.
No hay comentarios:
Publicar un comentario