MONÓGRAFIA:
EL PLACER SEXUAL FEMENINO
INTRODUCCIÓN:
Están a punto de entrar a este “mundo” lleno de curiosidad, creatividad, gustos y deseos que se llega a experimentar en el acto coital con la pareja, pero tomando como punto central básicamente al género femenino.
En nuestra sociedad existen muchas dudas sin ser resueltas como: ¿Por qué los hombres pueden llegar al placer antes que las mujeres? ¿Cómo es que se da un orgasmo? ¿Hasta cuantos orgasmos puede llegar a tener una mujer? ¿Dónde se encuentra localizado el punto G de la mujer? ¿Por qué es un taboo el deseo sexual para las mujeres en la sociedad?
Es muy recurrente pensar que los hombres tienen un mayor apetito sexual que las mujeres, y que a menudo, son éstas las que rechazan mantener relaciones. Pero la libido es igual para ambos sexos y si esto se percibe de una manera distinta es porque los convencionalismos sociales lo han distorsionado; es en este aspecto donde se ha de incidir a la hora de solucionar estos problemas. A pesar de que en los últimos años hemos aprendido a abordar estos temas de una
forma más natural, y de que las consultas de los sexólogos cada vez reciben a
más, todavía queda mucho camino por recorrer en el campo de la sexualidad.
permitir la violencia y el No-placer. La sexualidad esta separada de la reproducción, en el siglo
21, no es posible concebir que las relaciones sexuales sean son solo para procrear. El uso de
anticonceptivos, técnicas para llegar al placer, la masturbación, juguetes sexuales, etc, nos
acercan a la dimensión del derecho al placer. Las mujeres todavía no estamos del todo dentro de
este mundo porque aún ahora con todos los avances de la ciencia médica y en el escenario de
los derechos humanos, los imaginarios de la sexualidad, se mezclan con los de la reproducción,
la violencia, el miedo y la vergüenza. Tener relaciones sexuales sin sentir miedo de contagiarnos
o de embarazarnos, requiere de un esfuerzo de información y de noción de que somos sujetas
de derechos, y que no solo la maternidad ha dejado de ser un destino único para las mujeres,
sino que el placer sexual es un derecho. Recuperar la ética en la vivencia de la sexualidad, es recuperar la equidad en su ejercicio, y no
permitir la violencia y el No-placer. La sexualidad esta separada de la reproducción, en el siglo 21, no es posible concebir que las relaciones sexuales sean son solo para procrear. El uso de
anticonceptivos, técnicas para llegar al placer, la masturbación, juguetes sexuales, etc, nos
acercan a la dimensión del derecho al placer. Las mujeres todavía no estamos del todo dentro de
este mundo porque aún ahora con todos los avances de la ciencia médica y en el escenario de
los derechos humanos, los imaginarios de la sexualidad, se mezclan con los de la reproducción,
la violencia, el miedo y la vergüenza. Tener relaciones sexuales sin sentir miedo de contagiarnos
o de embarazarnos, requiere de un esfuerzo de información y de noción de que somos sujetas
de derechos, y que no solo la maternidad ha dejado de ser un destino único para las mujeres,
sino que el placer sexual es un derechoRecuperar la ética en la vivencia de la sexualidad, es recuperar la equidad en su ejercicio, y no
permitir la violencia y el No-placer. La sexualidad esta separada de la reproducción, en el siglo
21, no es posible concebir que las relaciones sexuales sean son solo para procrear. El uso de
anticonceptivos, técnicas para llegar al placer, la masturbación, juguetes sexuales, etc, nos
acercan a la dimensión del derecho al placer. Las mujeres todavía no estamos del todo dentro de
este mundo porque aún ahora con todos los avances de la ciencia médica y en el escenario de
los derechos humanos, los imaginarios de la sexualidad, se mezclan con los de la reproducción,
la violencia, el miedo y la vergüenza. Tener relaciones sexuales sin sentir miedo de contagiarnos
o de embarazarnos, requiere de un esfuerzo de información y de noción de que somos sujetas
de derechos, y que no solo la maternidad ha dejado de ser un destino único para las mujeres,
sino que el placer sexual es un derechoRecuperar la ética en la vivencia de la sexualidad, es recuperar la equidad en su ejercicio, y no permitir la violencia y el No-placer. La sexualidad esta separada de la reproducción, en el siglo .
21, no es posible concebir que las relaciones sexuales sean son solo para procrear. El uso de
anticonceptivos, técnicas para llegar al placer, la masturbación, juguetes sexuales, etc, nos
acercan a la dimensión del derecho al placer. Las mujeres todavía no estamos del todo dentro de
este mundo porque aún ahora con todos los avances de la ciencia médica y en el escenario de
los derechos humanos, los imaginarios de la sexualidad, se mezclan con los de la reproducción,
la violencia, el miedo y la vergüenza. Tener relaciones sexuales sin sentir miedo de contagiarnos
o de embarazarnos, requiere de un esfuerzo de información y de noción de que somos sujetas de derechos , y que solo la maternidad ha dejado de ser un destino único para las mujeres, sino es un derecho.
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